En uno de esos horribles días de lluvia, tormenta y aves bombarderas, me encontraba por una calle solitaria y serena como si un alma nunca hubiera transitado por ella. Era aun de día sin duda, el sol quemaba mis cejas, como una hojilla corta las venas. En la distancia se escucha el llanto de un bebe, "¿el bebe de Lindbergh?" pensé. Nooo imposible y así lo deje, pero como paso con su padre de mi mente nunca se fue el pensar si "¿algún día lo encontraré?"
Mas adelante un automóvil negro encontré, vestido en las sombras lúgubre y sin placa que ver. con mucho miedo me le acerque y con mucho curiosidad lo rodee, sin darme cuenta que con las llaves de mi bolsillo un tremendo rayón deje, sabia que el dueño no lo querría ver así que inmediatamente "Rayos, estoy en problemas" pensé.
"Scheisse!" escuche mientras una sombra temible en la niebla de la noche aviste. Al irse disipando la niebla una figura sólida salio de ella. Pequeña y de negro lentamente se acercaba hacia mí, y para mí sorpresa resultó ser una persona que nunca creí. "yo tome Francia, y ahora un chiquillo mi auto raya" dijo él. A lo que yo respondí "¡válgame! Discúlpeme por rayar su tremendo Mercedes-Benz", y para tratar de cambiar la conversación solo una cosa que decir pensé "Mein Führer que débil usted se ve", con una débil voz respondió sin mí cara ver "hoy comí Brioches y me cayeron mal al parecer". Muy débil para conmigo una discusión tener, se subió a su Benz y se fue. No sin antes escucharle decir "maldito Bonaparte, nunca más una invitación a desayunar le aceptaré"
Seguí mi camino y un pequeño parque encontré. Con árboles, animales y agua fresca para beber. Decidí sentarme en un banco solitario que quedaba justo de bajo de aquel árbol de tono azulado.
Donde la lluvia no caía, la brisa no soplaba y donde mágicamente no estornudaba con el polen de las plantas. Mirando al mí alrededor encontré a Alejandra Pizarnik teniendo un picnic, a lo que no pude evitar decir "¿Pizarnik que haces aquí?". A lo que ella respondió "tratando de tomar café, aquí en el banco solitario que queda justo debajo de este árbol de tono azulado".
Juntos nos quedamos por un buen rato, cuando de pronto empezaron a sonar los maullidos de los gatos. " .. La noche se astilló de estrellas * " dijo ella. y es que así sin darme cuenta, ya de noche era. Con un beso me despedí de ella ya que yo me disponía a ir a mi propio encuentro con las estrellas. Corriendo me encontré. Corriendo a un lugar al que nunca llegue, porque en el camino me tropecé y contra el pavimento me estrelle. Oh Sí que doloroso fue.
Al abrir mis ojos un techo blanco encontré, "¿acaso fue un sueño todo eso que camine?" fue lo primero que me pregunte. "hijo, levántate ven a desayunar" fue lo primero que en aquella mañana de domingo escuche. Gracias a mi eterna curiosidad, pregunte "¿que hay de desayunar, pues? a lo que mi madre respondió. "Brioches", y te aseguro que lo que inmediatamente pensé fue. "Rayos, hoy comeré Brioches y me caerán mal al parecer..."
Después...
Hace 5 años
1 comentarios:
24 de noviembre de 2007, 9:25
A mi me encanta soñar... Dormida o despierta
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