Grazie Signore...

Maestre Salieri, usted. Genio entre los hombres, dotado de increíble talento, cada una de sus obras, han tenido un impacto enorme en mí, cada una llena de fuerza, gentileza, elegancia y audacia, no en toda la historia de la musica ha existido alguien de tal saga cía como usted. Aun recuerdo que de niño escuchaba de usted. El gran compositor de la corte cuyos sonetos, sinfonías y operas maravillaban a todos los nobles de Viena.

Primero la Musica y luego las palabras. que grande era su filosofía y es que la musica, la musica es lo más grande y poderoso que existe, usted y yo lo comprendimos bien, lo comprendimos a la perfección. Usted siempre me comprendió, ¿acaso no recuerda mi obra ante él Rey? esa noche en la que atrevió a decirme "demasiadas notas", "demasiadas notas" maestre Salieri ¿puede usted creerlo? y los musicos de su corte estando de acuerdo con él, imbéciles italianos. Musicalmente estúpidos. no saben nada de musica. Pero usted siempre fue la excepción a esa regla porque usted es hombre de mundo y su mente le permite apreciar la belleza, nunca olvidaré él como hablo bien de mí ante tal blasfemia contra mí musica.

Oh Maestre Salieri, mí intención siempre fue la de impresionarlo, poder estar a su nivel, que usted pudiera verme como un colega y no solo como Alumno. Durante mí vida no conocí a otra persona que transmitiera en mí tal sentimiento, pero la vida es corta Maestre Salieri y hay tantas cosas que no pude decirle, tantas ideas que quería compartir con usted. Desearía haber podido componer un gran Réquiem para su funeral, se lo aseguro Maestre Salieri, sera el Réquiem más grande y fastuoso que usted o cualquier otro haya imaginado ni Beethoven con su genialidad, ni Bach con su audacia podrán crear tal obra. Lo Mejor es que todo esta aquí en mí cabeza, pero ya es muy tarde. Para usted, el hombre que se convirtió en el padre que nunca tuve, en el amigo verdadero que siempre necesite. Usted que me acompaño en el lecho de mí muerte cuando todos los Demas me habían abandonado, no me queda más que decir "Grazie Signore" por haber hecho de los últimos años de mí vida los mejores.

Su más grande admirador:

Wolfgang Amadeus Mozart